CARACTERÍSTICAS
- Valor histórico: se trata de un solar con historia (restos convento Puridad y Teatro Princesa) ubicado en el centro histórico de Valencia.
- Valor ambiental: en la parcela reside arbolado histórico (olivo con más de 200 años de antigüedad).
- Extensa dimensión de la parcela y variedad de accesos.
HISTORIA
– Residencia palaciega del «Moro Zeit», rendido al «Rey Don Jaime» tras la «Conquista» de 1238. Tres calles con estos nombres lo abrazan.
El actual edificio del Convento de la Puridad, se alza sobre una antigua casa gótica, perteneciente a la desaparecida Cofradía de San Jaime fundada en 1246.
La historia del convento se inicia en 1239 sólo un año después de la conquista de la ciudad de Valencia por parte del Rey don Jaime I, cuando entrega a Ximén Pérez de Arenós una ermita extramuros de la ciudad con la obligación de ampliar y levantar sobre ella un convento para las religiosas de la Orden de Santa Clara, bajo el patronato de Santa Isabel de Hungría.
Este monasterio se ubicaba en el entonces poblado de Roteros, en una amplia zona hoy ocupada por las calles Bolsería, rey don Jaime, Conquista, Murillo y Monjas, más o menos en la zona de la Plaza del Tossal, entonces extramuros de la ciudad al quedar fuera del recinto musulmán de la época.
A partir de este momento y hasta el XIX el monasterio iría ampliándose y adquiriendo mayor importancia, siendo uno de los más importantes del Reino de Valencia y uno de los más grandes de los situados intramuros de la ciudad una vez ampliadas las murallas de la ciudad en el siglo XIV. Disponía de cementerio, huertos, claustro y dormitorios para albergar trescientas monjas, además estaba rodeada por una alta muralla o cerca que lo aislaban del mundo exterior.
Hacia 1402 es conocido como Real Monasterio de Santa Isabel, pero en 1534 por un privilegio del papa Clemente VII pasaron a denominarse de la Purísima Concepción de donde tomarían su actual nombre.
La estructura del convento es fácilmente identificable en el plano del Padre Tosca de 1704 y en de José Fortea del año 1745. Hoy en día de este gran monasterio sólo queda un trozo de lienzo de la muralla de 24 metros de largo y 10 metros de altura, dos contrafuertes de la muralla y un trozo de huerto de 300 m2.
De la observación del plano de Fortea sabemos que el monasterio tenía su entrada por la actual calle de la Bolsería y que las murallas del convento corrían pegadas a las actuales calles de Quart, Palomar, Murillo, moro Zeit y Monjas, lo que da idea de la gran extensión que tenía. Traspasada la puerta se accedía a un patio rectangular y en uno de los laterales se encontraba la iglesia conventual y mas allá el claustro. Al fondo se encontraba el gran jardín, con árboles frutales y huerto donde las monjas cultivaban los productos necesarios para su consumo.
En 1836 con la desamortización de Mendizábal el convento tuvo que ser abandonado. En 1843 fue comprado por Domingo Skerret para ser finalmente derribado en 1846. Sobre el solar se construyeron nuevas casas muchas de las cuales aún subsisten. Las monjas pasaron al Monasterio de la Trinidad para después pasar en 1854 a la casa de la antigua Cofradía de San Jayme, lugar donde ahora se ubican. Es este momento cuando las monjas deciden pasar a denominarse Convento de la Puridad y de San Jayme, denominación que aún perdura.
-En 1245, se corresponde al lugar en el que se construyó el Convento de la Puridad que dio albergue a las monjas clarisas donde residieron durante seis siglos. Fue derribado en 1845 por ansias desamortizadoras con su traslado a la espalda del Palau de la Generalitat donde actualmente queda su testimonio.
-Amplio solar que, en 1853, tras su construcción, inició su larga andadura el Teatro Princesa, transformado en cinematógrafo en 1896, con su enorme patio de butacas en consonancia con sus localidades arriba de general, igualmente espaciosa, al servicio vecinal donde se funden los barrios del Carmen, del Mercado, y a cuatro pasos del de Velluters.
-Cerró sus puertas en la década de los setenta, cuando había vuelto a sus orígenes unos años antes, al dejar sus sesiones de cine ofreciendo veladas de teatro, pero en el 2009, con muchos años de abandono, por un voraz incendio, sus restos supieron de la piqueta y la fachada, vieja y con cicatrices de orgullo, dejó al aire y al fondo huellas que nos indican la existencia de tan antiguo Convento de la Puridad.
-Ahora, los grafitis rubrican modernidad y ensamblan un pasado reciente con un futuro incierto. Se utiliza de aparcamiento.
El 20 de diciembre de 1853 el Teatro de la Princesa abrió sus puertas en el céntrico Barrio de Velluters de Valencia. Fue bautizado con tan regio nombre debido a que la inauguración coincidió con el segundo cumpleaños de la Princesa de Asturias, Mª Isabel de Borbón. En 1868, año de la Revolución que destronaría a Isabel II, su nombre sería modificado por el de Teatro Libertad para, más adelante, regresar a su apelativo originario. Lo cierto es que durante la 2ª República también ostentaría este nombre.
El arquitecto José Zacarías Camaña ideó el diseño escénico inspirado en el Teatro Principal, también creado por él. Era un recinto `a la italiana` que ocupaba los terrenos de un antiguo convento de monjas y que destacaba por ser uno de los que mayor capacidad tenía de la ciudad; palcos, un piso superior y una platea que acogía 1700 butacas. Este coliseo tenía su entrada principal por la calle Rey D. Jaime, 3 y estaba orientado hacia un público más popular que el que acudía al Principal programando sobre todo zarzuela, dramas y comedias de magia y en diciembre de 1896 sería el tercer teatro de la capital en programar sesiones de cinematógrafo y el primero en ofrecer imágenes de Valencia. Tras décadas difíciles para el arte escénico el local fue perdiendo público y en 1951 sería adquirido por Miguel Sanchis Calatayud, que lo convirtió en cine. En 1971 hubo un intento de rescatar al Princesa para el teatro ofreciendo variedades al estilo de las desaparecidas en el Teatro Alkázar que había cerrado hace tiempo. Aquí también habría un paréntesis de algo más de dos años hasta su vuelta a la actividad. En el mes de octubre su nuevo arrendatario, el empresario Matías Colsada, anunciaba que el teatro sería cerrado para ser rehabilitado, resultando un aforo de 2203 plazas lo que le convertirá en el segundo más grande de España tras el Monumental, siendo dedicado a varietés espectáculos musicales y humorísticos.
Así llegaría a 1989, año en que definitivamente cerraría sus puertas. El 27-02-2009 ardió en llamas totalmente.
El fuego se inició, por causas todavía desconocidas, en en el edificio número 6 de la calle Murillo. Las llamas se propagaron a la nave del teatro a través de las ventanas contiguas, provocando horas después el desplome de la cubierta sobre el patio de butacas.
En la actualidad sigue siendo un enorme solar.
PROPUESTAS
PROPUESTA 1: CENTRO CULTURAL Y PLAZA
Un centro cultural y una gran plaza ocuparán el solar del desaparecido teatro Princesa, pasto de las llamas en febrero de 2009. La comisión de Urbanismo quería aprobar la expropiación de los terrenos, utilizados de momento como aparcamiento provisional de los vendedores del mercado Central.
La parcela está situada entre las calles Moro Zeit y Rey Don Jaume. El incendio produjo un daño irreparable en el teatro, además de obligar a declarar en ruina un pequeño edificio colindante. Los propietarios asumieron la demolición de todo el recinto.
Después llegaron a un acuerdo con los vendedores del mercado Central, atrapados por las obras del metro en la plaza Ciudad de Brujas y que no disponen de un lugar adecuado de aparcamiento.
PROPUESTA 2: A PETICIÓN D ELOS VECINOS CENTRO SOCIAL Y CÍVICO
La petición de los vecinos de Velluters es que el edificio público se destine a un centro social y cívico, aunque también barajan como alternativa un uso más cultural, «¡Ojalá fuera un teatro, aunque abierto al barrio con escuelas de arte dramático y danza!».
El planeamiento que se aplicará será el plan de protección de Velluters, que afecta también a varios jardines privados vinculados a viviendas de la calle Rey Don Jaume y cuyos propietarios han pedido que se mantengan como zonas verdes, una dotación muy escasa en esta parte del centro histórico.
Actualmente conservaba únicamente un valor histórico-ambiental.
El edificio, de interés arquitectónico, se encontraba deshabitado y en un estado bastante descuidado. Tras el incendio el Ayuntamiento de Valencia procedió a su derribo, dejando un enorme solar que además colinda con otros espacios incluidos en el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri), como los restos del Convento de la Puridad, que llegó a ser el más grande del antiguo Reino de Valencia, y su arbolado histórico, donde por ejemplo hay un olivo con más de 200 años de antigüedad que se vinculó a la casa jardín que tenía acceso desde Murillo 16 y que forma parte de las sucesivas ampliaciones que se hicieron del Convento.
PROPUESTA 3: REHABILITAR EL ANTIGUO TEATRO Y ALBERGAR UNA ESCUELA DE ARTES ESCÉNICAS
Los muros de la calle Moro Zeit estaban decoradas por «graffitis», y la entrada principal de la calle Rey Don Jaime estaba tapiada con ladrillos y las ventanas rotas.
El Ayuntamiento de valencia inició en febrero de 2005 un informe que estudiaba la viabilidad de expropiación de edificio con vistas a rehabilitar el antiguo teatro y albergar una escuela de artes escénicas.
PROPUESTA 4: JARDÍN INTERIOR MANZANA
La manzana en la que se ubicaba forma parte de la propuesta más relevante del P.E.P.R.I. (Plan Especial de Protección y Reforma Interior) de Velluters (1992); en el eje este-oeste que describe la calle Quart y recorre todo el centro histórico hasta concluir en el I.V.A.M.
Su más actualizado planeamiento contemplaba la creación de un jardín en el interior de la manzana, el mantenimiento de las instalaciones dotacionales de los antiguos Valencia Cinema y Teatro Princesa y la rehabilitación del resto de los edificios, que se dotarían de aparcamiento para residentes en el subsuelo del jardín interior.
PROPUESTA 5: SANTIAGO FAJARDO
Sara Ramírez Escrivá 